La Pereza no es más que, la falta de voluntad para hacer las cosas. Por eso, la pereza no es buena., sino que es fatal, porque contribuye a que nos sintamos siempre cansados y sin ganas de arrodillarnos para orar, alabar o adorar a Dios, nos impide visitar a enfermos o encarcelados, de ir a una iglesia y provoca que nos alejemos de Él.
Proverbio 6 nos llama a levantarnos de ese profundo sueño en el que vivimos, llenos de pereza, cansancio y holgazanería. Nos invita a ser como la hormiga, que sin tener gobernador ni capitán ni señor, prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento, siempre trabaja, sin cesar; y cuando no puede levantar su carga sola, busca ayuda de otras hormigas que siempre están dispuestas y entre todas hacen el trabajo.
Levántate perezoso! que está a la puerta el día de la venida de nuestro Señor Jesucristo y te encontrará sentado en un sofá sin hacer nada. No te quedes dándole fuerza a la pereza, ten fuerza de voluntad y dominio propio, alaba y adora al Señor en todo tiempo, ora, muévete de donde estás y has la obra que se te ha encomendado en Mateo 28.19-20 "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado", Él nos ha prometido estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo, y yo le creo.